3 de marzo de 2013






María Angélica Cristi:
“Me voy del Congreso”
por:  Lilian Olivares
sábado, 02 de marzo de 2013



Las razones más profundas de la diputada.

 “No dejé de estar sentida cuando Pablo Longueira asumió como ministro y no se me dio la posibilidad de reemplazarlo en el Senado”. “Algunos diputados jóvenes me ponen cara de lata cuando planteo los temas que para mí son verdaderamente importantes, como la reconciliación nacional”.




Aparece de blanco radiante, con unas flores aplicadas color pasión. Viene dorada de Pucón, donde los veranos pasa sus vacaciones con mamá, hijos, nueras y nietos... andando en lancha, practicando otros deportes, conversando en familia y leyendo temas políticos, como “Chile Camino al Desarrollo”, de Cristián Larroulet, y entretención, como la taquillera y polémica novela “Cincuenta sombras de Grey”.
- ¿Y qué le pareció?
—Creo que es una lección para las mujeres, y también para los hombres, de que hay que tener cuidado en la persona de quien uno se enamora. Entiendo que una niñita joven se hubiera entusiasmado de la manera en que lo hizo de un personaje, y que hubiera estado dispuesta a someterse a situaciones inapropiadas y a veces aberrantes, para no perder ese amor. Pero lo importante es estar alerta, para abandonar a tiempo y no salir tan herida.
Lectura de paréntesis, porque también suele invertir parte de su tiempo de relajo en proyectar algunas ideas para el año laboral que viene.
Esta vez pensó en otra cosa. Y no fue menor, ya que, después de ser diputada por seis periodos, y siempre electa con la primera mayoría, decidió que era la hora de partir.
Mal que mal, han pasado 24 años desde que llegó al Congreso. Y las cosas ahí, al igual que en todo el mundo, han cambiado mucho... Lo que produce ruido es que no haya continuado una carrera hacia el Senado, como lo hicieron muchos de sus partners.
Al iniciar su último año en el Congreso, María Angélica Cristi, la Maqueca, como le dicen sus más cercanos, pone los puntos sobre las íes para dar sus razones.
“Muchas veces me siento remando contra la corriente”
“Primero que todo, cumplí un ciclo importante como parlamentaria, y creo que en la vida hay que saber tomar decisiones cuando una siente que la razón por la cual está comprometida en una actividad pierde fuerza”. En realidad, ya en 2009 había decidido retirarse, cuenta, y “casi por los mismos motivos que ahora, pero ahora son más fuertes”, dice. Y explica que siguió en carrera porque el partido se lo pidió insistentemente: como en ese momento parecía inminente la opción de ser gobierno, no podían correr el menor riesgo de perder votos ni distritos. Y Cristi lo garantizaba en La Reina y Peñalolén.
De modo que continuó.
—¿Por qué dice que perdió fuerza la razón por la cual usted estaba tan comprometida?
—Siento que se perdió la fuerza de jugárselas por ideas, por proyectos que tengan mucha razón patriótica. Estamos en un momento de nuestra historia en que se pierde el sentido de país, en que muchas veces se legisla más de acuerdo a las encuestas, a lo que se denomina “políticamente correcto” aunque muchas veces no lo sea. Y los intereses personales, individuales, tienen una preponderancia que debilita al conjunto, incluso dentro de los propios partidos. Muchas veces me siento remando contra la corriente; otras, emitiendo inquietudes que no tienen eco. Menciona un ejemplo, con un tema que para ella es de fondo: —Para mí es muy fuerte la incapacidad que hemos tenido para buscar caminos de encuentro hacia una reconciliación nacional.
Tiene cúmulos de información sobre una infinidad de militares presos, muchos de los cuales, dice, están condenados por esa figura que le parece tan absurda: la del “secuestro permanente”. También la frustra la falta de interés por abordar materias sobre orden público:—Cuando ha habido manifestaciones violentas y uno ve la forma realmente abusiva en que son tratados los carabineros encargados del orden y la seguridad, muchas veces agredidos, insultados, maltratados, parece de perogrullo abordar el tema. Sin embargo, yo he ido a almuerzos políticos el día después de una protesta donde quedó el centro destruido, con violentistas encapuchados y carabineros heridos, y he llegado súper estimulada para buscar soluciones. Y dicen: “Bueno, ahora vamos a ver el tema de las primarias”. ¡No se discute lo que pasó ayer! Se habla del tema de la elección o de los Cores. Entonces siento que lo que para mí, y para muchos miles de chilenos, es importante, se ve sobrepasado por temas que yo considero menos relevantes. Veo que hay diputados y diputadas, especialmente los más jóvenes, que incluso hacen gestos como diciendo “ya va a hablar de la misma...”.
—¿Con cara de lata?
—Sí, algunos diputados jóvenes me ponen cara de lata, como diciendo “dale con lo mismo”. Bueno, para mí el orden público, el respeto a la autoridad, el camino a la reconciliación, son lo más importante como país.
—¿Y en los temas valóricos?
—En eso, mi partido tiene más afinidad. Pero los temas valóricos no están en la primera línea. Puede que estemos todos contra el aborto, de acuerdo en que la vida comienza en el momento de la concepción, valorando la importancia de la dignidad humana y la necesaria libertad de las personas. Pero no siento que la fuerza esté puesta en lo que realmente nos distingue como partido, y que de alguna manera lo presenta el libro de Jovino Novoa. Y así, sumando, yo siento que el desgaste, el costo en lo personal, el desprestigio de la política, la agresividad muchas veces en las redes sociales cuando no están de acuerdo contigo, hace que tú pienses: bueno, ¿tiene sentido seguir así, o dejamos que otros hagan la pega?



De RN a la UDI: “No fui discípula de Jaime Guzmán, pero me interpreta más que a muchos del partido”
“Si uno, cuando se levanta en la mañana, no parte entusiasmada, feliz a hacer la pega, llega el momento en que ya hay que buscar otro camino”, dice. Y explica que también su procesamiento de todo esto tiene que ver con que ella nunca, en su vida, pidió un cargo; que las oportunidades se le fueron dando solas.—Nunca pedí ser alcaldesa...
­Se lo pidió Pinochet, ¿no?
—Claro, pero yo no lo conocía. Fue a través del intendente. Y nunca pedí ser diputada.
¿Cómo sucedió?
—Un día llegó un grupo de vecinos con diez mil firmas, para mi inscripción como independiente. —Usted partió en el Partido Renovación Nacional.
—¿Por qué se cambió a la UDI?
—Yo salí de RN en el año 2001. Había una gran división en ese tiempo, entre los grupos que se denominaron liberales y los tradicionales. Tuve algunos desencuentros con unos parlamentarios.
¿Con quiénes?
—Con un grupo que se denominaba liberal, donde estaban la Lily Pérez y Arturo Longton, entre otros. Era una pugna permanente y agotadora, y como yo no soy muy conflictiva, decidí irme. Pero le estoy agradecida a ese partido, porque me dio muchas oportunidades; más que las que me ha dado la UDI. Fui vicepresidente de la mesa por dos periodos, recorrí todo Chile, tuve oportunidad de participar en la Unión Parlamentaria Internacional, tuve un cargo súper importante entre las mujeres parlamentarias de Latinoamérica. Hasta el día de hoy soy leal a ellos. Fuera de las desavenencias con ese grupo, que fueron inevitables, no tengo nada que decir. Pero no llegó al parlamento por RN, sino como independiente apoyada por la UDI: —Ahí me equivoqué.

Ella, socióloga de la Católica, tenía mundo. Había viajado mucho con su marido, el empresario publicista Julian Morrison, quien falleció de cáncer en 1997. Vivieron los años 70 y los 80 en Japón y Estados Unidos. Pero no tenía experiencia política.  —Yo ingresé a Renovación Nacional porque del partido me lo pidieron mucho y conocía a don Sergio Onofre Jarpa, a quien le tenía gran respeto y encontraba que su discurso era muy patriótico. Pero no medí lo que eso significaba. Lo que yo, políticamente y por principio, tenía que haber hecho era haberme ido a la UDI. Entonces, cuando me fui de RN y llegué a la UDI me hicieron una tremenda recepción, pero siento que siempre hubo una carga de desconfianza, y por eso limitaron mis oportunidades. Yo no tuve la suerte de ser discípula ni de conocer a Jaime Guzmán, y para mi generación, que no fuera su discípula, le resulta casi inaceptable. Sin embargo, me siento absolutamente identificada con él en todas sus palabras; me parece que él estuviera hablando como para hoy e incluso siento que mucha gente de la UDI no lo sigue tanto como lo recuerda.

“Creo en la renovación de los cargos, pero hay algo que me preocupa”
La “Maqueca” se siente, de corazón, profundamente aliancista, asegura.
—¿Quién la representa más en la UDI? ¿A quién considera un político de peso, que le dé orgullo?
A mí siempre me gustó mucho la Evelyn Matthei. La encuentro más valiente que muchos hombres. Tiene un pasado político parecido al mío. Soy, también, gran admiradora de Pablo Longueira, poderoso, fuerte. Como político, en el Parlamento, me gustaba mucho Chadwick. Distinto es ser ministro.
—Y cómo ministro, ¿qué le ha parecido?
—Creo que él y Longueira han sido capaces de comprometerse con el gobierno, lo han ayudado mucho; y la lealtad es primordial en la vida.
—¿Usted se ha sentido representada por la forma en que se ha conducido el gobierno?
—Creo que este gobierno va a ser recordado como uno de los mejores en nuestra historia, a pesar de todas las críticas que le podamos hacer. Cuando vemos el cúmulo de proyectos que se han hecho, considerando las circunstancias adversas, como el terremoto, es notable que además de resolver los temas de reconstrucción de manera bastante eficiente, lo que nunca habrían logrado los gobiernos de la Concertación, pudieron seguir con el programa comprometido. Eso es bastante impresionante. Yo creo que el Presidente Piñera ha respondido con creces. Le tocó hacer muchas de las reformas que debieron haberse hecho en los gobiernos anteriores, como la calidad de la educación. Enfrentó las demandas regionales, como Aysén. Le ha tocado seguir tratando de solucionar el desastre del Transantiago, con un costo impresionante. Los logros macroeconómicos son impresionantes.
La diputada Cristi no para en su enumeración. Y remata: —La gestión de Piñera ha sido mil veces más productiva que la de Bachelet.

“No dejo de estar sentida”
La guiamos de vuelta al Parlamento y a su próximo adiós. Entonces nos advierte que ella está por la renovación de los cargos, pero... —Hay que dar un paso a la renovación de ideas y de personas. Y hay proyectos de ley que le ponen un plazo límite al período parlamentario. Pero en los cálculos que tenemos, se ha renovado la Cámara en más de un 40 por ciento.
—¿Cuántos parlamentarios quedan del período de 1990?
—Quedamos solamente 7 parlamentarios: tres de la UDI (Sergio Ulloa, Patricio Melero y yo), uno de Renovación Nacional (René Manuel García), dos de la Democracia Cristiana (José Manuel Ortiz y Sergio Ojeda), y uno del Partido Socialista (Carlos Montes). Hay un hecho, sí, que es preocupante: Dentro de las personas que van a dejar de ser diputados, va a haber una pérdida muy importante de conducción y de experiencia en todos los partidos. Por ejemplo, del PS, Carlos Montes, que ha sido nominado como uno de los mejores parlamentarios; del PPD, Patricio Hales; de RN, Cristián y Nicolás Monckeberg; y Alberto Cardemil; de la DC, Jorge Burgos; y de la UDI, Patricio Melero y, modestamente, yo. Varios pasan al Senado...
—¿Y usted por qué no postuló a senadora?
—Los dos partidos me dieron oportunidades en distintos momentos, pero en regiones: la XII, la XI, la X, la IX. Yo siempre dije que si no era candidata por mi distrito, que es la zona oriente, no iba a ser senadora.
—¿Por qué?
—Porque ahí es donde yo he concentrado mi fuerza y mi trabajo durante 30 años, partiendo por Peñalolén y La Reina, y es donde he vivido: en la zona oriente. Bueno, el primer período fue senador Sebastián Piñera; el segundo, Carlos Bombal; y el tercero, Pablo Longueira. Obviamente no se me habría ocurrido plantear ahí mi opción; al contrario, me las jugué por apoyarlos. Por eso que no dejo de estar sentida con que no se me haya dado la oportunidad de reemplazar a Pablo cuando asumió como ministro. Incluso él mismo me lo planteó cuando yo no quería ir a la reelección como diputada, en 2009. Pero creo que él no tuvo nada que ver en la nominación. También podría haber ido a la primaria ahora, y de hecho mucha gente me lo ha pedido, así como Iván Moreira decidió ir a la primaria porque se sintió con derecho a ese cargo; es diputado de la zona oriente. Yo tengo un período más que él. El partido nombró a la Ena senadora, y Moreira decidió competirle.
—¿A quién prefiere usted como senador de la zona oriente: a Ena Von Baer o a Iván Moreira?
—A Moreira, porque creo que tanto él como yo debiéramos haber tenido la primera opción para haber reemplazado a Pablo. El ha sido mi compañero durante 20 años y ha hecho suficiente mérito para ser senador: leal, jugado, valiente. Sin desconocer las fortalezas de la Ena, pero cada cosa en su mérito.

Volviendo al punto de partida, le preguntamos a qué atribuye que el Parlamento haya perdido reconocimiento. Y entrega un nuevo elemento que ayuda a entender su razón de fondo: —Muchas veces en el Parlamento se privilegia a las minorías y se nos olvidan las mayorías silenciosas, que son las que a la larga terminan eligiendo a los diputados. De verdad que el costo y el desgaste que tiene estar en una institución que está tan cuestionada, y donde sientes que no logras avanzar en lo que efectivamente es importante, es causa de desmotivación.

1 comentario:

Jose Cornejo dijo...

En mi humilde y ciudadana opinión, considero su retiro una pérdida para la ya rancia y corrupta política chilena, donde izquierdistas travestidos en derechistas no trepidan en traicionar sus principios con tal de quedar bien y salir bien parados.

ojala su legado haya dejado escuela y que los nuevos líderes políticos sean tanto o más consecuentes como usted (aunque creo que la vara la dejó demasiado alta) y velen por los intereses de CHILE y no por meros populismos baratos.

saludos.