"La libertad de opinión constituye una cualidad de la democracia, del mismo modo que el pluralismo y la tolerancia".
INTERVENCIÓN DIPUTADA MARÍA ANGÉLICA CRISTI,
tras recurso de protección interpuesto en su contra por el
Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Cámara de Diputados
Señor
Presidente:
De
acuerdo al artículo 34 del reglamento de la Cámara de Diputados, hago uso de mi
derecho a vindicación, por los siguientes motivos.
El
día 24 de febrero del presente año, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual
(MOVILH), anunció a través de los medios de comunicación su decisión de ejercer
un recurso de protección contra esta parlamentaria y dos connotados senadores
de mi partido, a causa de dichos expresados por nosotros en relación, a nuestro
parecer, del matrimonio homosexual y a la posibilidad de adopción de parte de
parejas del mismo sexo.
Dicha
situación señor Presidente, me parece particularmente grave, tomando en consideración
a que vivimos en un país democrático y que las opiniones vertidas por los
ciudadanos en materias pertenecientes a la agenda y debate público, no pueden
ser satanizadas o descalificadas incluso al extremo de pretender que se me
apliquen mecanismos correctivos a través de los Tribunales de Justicia. Una
situación como esa, constituye claramente un atentado grave a la libertad de
expresión, contaminando nuestro sistema democrático.
En
relación con lo anterior, puedo indicar que he servido como parlamentaria por
24 años de forma ininterrumpida, mis electores me conocen y saben como pienso,
cuales son mis valores morales, y los cuales son mis convicciones en relación a
la familia, que por lo demás se encuentran plenamente afianzadas en nuestra Constitución
Política.
Que
tales convicciones y opiniones expresadas, no forman más que mi opinión
referida al tema y en ningún caso deben ser entendidas como un ataque a un
sector de la sociedad chilena o persona en particular, y bajo este orden de
cosas no puede erigirse como un hecho que implique mi comparecencia ante los Tribunales de Justicia, si así fuera sencillamente nuestro sistema judicial
colapsaría con acciones judiciales vinculadas a la emisión de opiniones y
finalmente a la ciudadanía y a los parlamentarios se les aplicaría una mordaza incompatible con cualquier democracia moderna.
Esta
forma de presión es particularmente grave en momentos que está por votarse en le Senado el acuerdo de vida en pareja y que pronto se discutirá una reforma a
la Ley de Adopción, entonces esto querría decir que ¿todos los parlamentarios
deberían votar de acuerdo a las propuestas del Movilh? ¿Es eso lo que se
pretende?
Y
en caso contrario ¿habrían recursos judiciales en contra de todos aquellos
parlamentarios que votaran contra los planteamientos y deseos de este grupo? ¿Significaría además que los
parlamentarios tengamos que dejar de sostener las convicciones que tenemos como
personas? Eso, sin lugar a dudas, sería el principio del totalitarismo.
Debemos
recordar, señor Presidente, que la libertad de opinión constituye una cualidad
de la democracia, del mismo modo que el pluralismo y la tolerancia. Tales
valores significan la capacidad de entender que existen opiniones divergentes
en todo debate democrático y que deben ser respetadas cuando ellas tienen el canal de expresión
adecuada.
Lo
triste señor Presidente, de toda esta situación es que quienes nos tratan de
intolerantes son finalmente, quienes practican esta manifestación
antidemocrática, lo digo con conocimiento de causa porque en lo personal, he
sido tratada permanentemente de forma ignominiosa y en términos soeces e
irrepetibles en esta sala, a través de redes sociales y otros medios por las mismas personas de la misma organización que hoy me atacan y esto no solo en lo
personal, sino que también a mi familia, a mis hijos al hacerse
eco de situaciones injustas e infundadas que nos han afectado en nuestra
dignidad y que nos han causado un grave daño moral y si alguien debiera
interponer un recurso de protección debería ser yo quien lo hiciera.
Por
otra parte el catalogarme como homofóbica, siendo diputada y además Presidenta
de la Comisión de Familia de la Cámara de Diputados, sienta un grave precedente
que podría atentar contra mi seguridad física y psíquica.
A
mayor abundamiento, esta situación la considero extremadamente injusta, ya que
nunca he ofendido a nadie ni menos discriminado a nadie por su orientación
sexual y de hecho formé parte de la comisión que hizo una propuesta para el
acuerdo de vida en pareja en mi partido la UDI.
Esperando
que este desagradable episodio no prospere y advirtiendo que me defenderé hasta
las últimas consecuencias para ganarlo y hacer valer mi derecho de expresar mis
opiniones como todo ciudadano y que la libertad de expresión no sea nunca
resquebrajada en manos de personas que buscan perseguir a quienes no piensan
como ellos.
4 de marzo de 2014
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