Nos parece una burla para la ciudadanía que el Ministro del Interior haya declarado ayer que al Servicio Nacional de Menores hay que hacerle “algunas correcciones”, tras anunciar que en unos días se reunirá con el Ministro de Justicia para ver qué acciones emprenderá el Gobierno.
Resulta inaceptable que, a pocos meses de terminar el actual mandato de la Concertación, sus máximas autoridades se tomen con tanta tranquilidad el que la institución encargada de prevenir y rehabilitar a los menores infractores de la ley, haya fallado en reiteradas oportunidades con los cerca de 300 niños menores de 14 años que, a sus pocos años de vida, cuentan ya con un nutrido prontuario de delitos.
Denunciamos el fracaso de la Reforma Penal Juvenil y de las políticas de prevención y rehabilitación de los niños y adolescentes vinculados con la delincuencia. Cristóbal, más conocido como “Cisarro”; Fabián, conocido como “El Garrita” (16 años, 38 detenciones en seis años, 6 condenas); y las Arañitas, tienen algo en común: son el rostro visible de ese fracaso y representan a otros niños y niñas chilenos a quienes el Gobierno les ha dado la espalda.
Todos los diagnósticos están hechos, ¿Qué espera el Gobierno para impulsar las reformas que viene anunciando desde hace años? A juicio de los especialistas el principal error de la política del Sename fue haber cerrado tanto los centros de atención para niños en situación vulnerable, como los hogares que acogían a menores de 14 años infractores de la ley. Se optó equivocadamente por reintegrarlos a sus familias. El punto es que la mayoría de esos niños no contaban con una familia preparada para protegerlos.
El Ministro de justicia y el Director del Servicio Nacional de Menores tienen la obligación de responderle a los chilenos y especialmente a los niños y niñas que están obligados a vivir en el desamparo de un sistema que no los acoge:
¿Por qué no existen centros de atención especializados para rehabilitar a los menores de 14 años que han infringido la ley?
¿Por qué el país no cuenta con una política de rehabilitación eficiente, acogedora y comprometida con los adolescentes mayores de 14 años, imputables, a quienes se les mantiene en centros cerrados, sin actividades, sin acceso a la educación y sin atención psicosocial adecuada?
¿Por qué el gobierno no ha cumplido con el compromiso de enviar al Parlamento el proyecto de ley que pretende reformar el Sename, para que responda oportunamente a esos niños?
¿Por qué se han clausurado los centros cerrados especializados, que acogían hasta abril del 2006 a niños menores de 14 años infractores reincidentes y los hogares de menores, que acogían a menores de familias vulnerables y en donde tenían la posibilidad de recibir atención especializada?
Y, finalmente, ¿Por qué no se ha implementado un plan de apoyo serio y responsable a las familias de los niños infractores de la ley?
Para que respondan a esas dudas hemos convocado al Ministro Carlos Maldonado a la sesión de la Comisión de Familia que tendrá lugar mañana en la Cámara de Diputados.
Resulta inaceptable que, a pocos meses de terminar el actual mandato de la Concertación, sus máximas autoridades se tomen con tanta tranquilidad el que la institución encargada de prevenir y rehabilitar a los menores infractores de la ley, haya fallado en reiteradas oportunidades con los cerca de 300 niños menores de 14 años que, a sus pocos años de vida, cuentan ya con un nutrido prontuario de delitos.
Denunciamos el fracaso de la Reforma Penal Juvenil y de las políticas de prevención y rehabilitación de los niños y adolescentes vinculados con la delincuencia. Cristóbal, más conocido como “Cisarro”; Fabián, conocido como “El Garrita” (16 años, 38 detenciones en seis años, 6 condenas); y las Arañitas, tienen algo en común: son el rostro visible de ese fracaso y representan a otros niños y niñas chilenos a quienes el Gobierno les ha dado la espalda.
Todos los diagnósticos están hechos, ¿Qué espera el Gobierno para impulsar las reformas que viene anunciando desde hace años? A juicio de los especialistas el principal error de la política del Sename fue haber cerrado tanto los centros de atención para niños en situación vulnerable, como los hogares que acogían a menores de 14 años infractores de la ley. Se optó equivocadamente por reintegrarlos a sus familias. El punto es que la mayoría de esos niños no contaban con una familia preparada para protegerlos.
El Ministro de justicia y el Director del Servicio Nacional de Menores tienen la obligación de responderle a los chilenos y especialmente a los niños y niñas que están obligados a vivir en el desamparo de un sistema que no los acoge:
¿Por qué no existen centros de atención especializados para rehabilitar a los menores de 14 años que han infringido la ley?
¿Por qué el país no cuenta con una política de rehabilitación eficiente, acogedora y comprometida con los adolescentes mayores de 14 años, imputables, a quienes se les mantiene en centros cerrados, sin actividades, sin acceso a la educación y sin atención psicosocial adecuada?
¿Por qué el gobierno no ha cumplido con el compromiso de enviar al Parlamento el proyecto de ley que pretende reformar el Sename, para que responda oportunamente a esos niños?
¿Por qué se han clausurado los centros cerrados especializados, que acogían hasta abril del 2006 a niños menores de 14 años infractores reincidentes y los hogares de menores, que acogían a menores de familias vulnerables y en donde tenían la posibilidad de recibir atención especializada?
Y, finalmente, ¿Por qué no se ha implementado un plan de apoyo serio y responsable a las familias de los niños infractores de la ley?
Para que respondan a esas dudas hemos convocado al Ministro Carlos Maldonado a la sesión de la Comisión de Familia que tendrá lugar mañana en la Cámara de Diputados.
2 comentarios:
Hola!!! Excelente Nota y de gran interés por estos días. La clave para mejorar la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil ya la encontramos junto a unos colegas, y por supuesto que podemos tener rehabilitaciones exitosas, pero como las cosas se hacen siempre mal no es posible lograrlo.
Se aceptan consultas al respecto, hay mucho que hacer en esta materia y así prevenir hechos tan lamentables como los que hemos observado últimamente.
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