Padres de adolescentes que consuman alcohol en la calle pagarán multa de 1 a 5 UTM

Muchos padres no saben qué hacen, dónde y con quiénes están sus hijos y la ley debe ayudar a revertir esa situación. Si bien la Reforma Penal Juvenil reconoce la responsabilidad penal a partir de los 14 años, en materia civil los padres mantienen su autoridad hasta la mayoría de edad.

El año pasado reingresamos un proyecto de ley para modificar el procedimiento que hoy se sigue respecto de los menores de edad que son sorprendidos en la calle consumiendo bebidas alcohólicas y que constituye uno de los primeros síntomas de un comportamiento problemático. La moción fue originalmente rechazada por parlamentarios de varias bancadas, tal como han sido rechazadas otras iniciativas que apuntan a restituir la autoridad civil de los padres.

¿Cómo funciona el sistema actual? Cuando un menor es sorprendido en estado de ebriedad o consumiendo alcohol en cualquier espacio público, debe ser conducido por Carabineros al cuartel policial y devuelto a la persona encargada de su cuidado, quien recibe una amonestación por escrito. Sólo si esta conducta se repite tres veces en un mismo año, se hacen llegar los antecedentes al Servicio Nacional de Menores.
¿Qué propusimos? Primero, citar al menor y a sus padres ante el Tribunal a partir de la primera vez que fueran sorprendidos en esa conducta. Luego, establecer la responsabilidad judicial para los padres, sancionándolos con una multa de 1 a 5 UTM, en virtud de la responsabilidad que les cabe sobre los actos de sus hijos menores de edad (artículo 236 del Código Civil); y, en tercer lugar, sancionar al adolescente con trabajos comunitarios.

En Chile hay un doble estándar respecto de los adolescentes. En los últimos años se ha ido instalando, sobre todo desde la Concertación e incluso desde el Sename, un discurso que insiste en proteger la autonomía de los menores de 18 años y, al mismo tiempo, busca legislar para darles un tratamiento privilegiado a quienes cometan incluso los más graves delitos.